LA BRECHA NUTRICIONAL DE LOS EUROPEOS

Según el último informe publicado por Food Suplements Europe, organización que representa, protege y promueve los intereses de la industria de los complementos alimenticios e ingredientes funcionales a nivel europeo, sólo uno de cada diez europeos cubre las ingestas recomendadas para un estado nutricional óptimo.

Millones de europeos presentan carencias de algunos nutrientes fundamentales y no cubren las ingestas requeridas para un estado nutricional óptimo.

En el informe “Cómo los complementos alimenticios pueden contribuir a mejorar la salud en Europa” de la FSE, se muestran los datos de una encuesta belga sobre el consumo de alimentos que alerta de un elevado porcentaje de personas que no cumple con la ingesta recomendada de nutrientes.  De hecho, en el informe se concluye que menos de uno de cada diez belgas realiza la ingesta recomendada de frutas o verduras, fibra, vitamina C y potasio. Sorprendentemente, este patrón se repite en toda la Unión Europea.

Las recomendaciones nutricionales de la Unión Europea se recogen en los llamados Valores de Referencia de Nutrientes (VRN). Estos datos, que establecen las ingestas adecuadas de nutrientes en la población de cada estado miembro para evitar el riesgo de deficiencia y ayudar a mantener una buena salud, se utilizan en el etiquetado de los alimentos para informar al consumidor del aporte específico de vitaminas, minerales, fibra y ácidos grasos que se recomiendan.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) también informó hace tiempo de que el consumo de hierro, yodo y vitamina D, entre otros nutrientes, está por debajo de los VDR recomendados en Europa. La población femenina -mujeres adultas y jóvenes- es la principal afectada. De los 21 países revisados en Europa, ninguno cumple con más del 40% de las recomendaciones para macro o micronutrientes y sólo el 20% de la población cumple con los niveles adecuados de ácidos grasos Omega-3.

Optar por una dieta saludable y variada es la base de una buena nutrición, pero la correcta alimentación no es siempre suficiente para conseguir un estado nutricional óptimo. Una suplementación combinada con la dieta puede contribuir a salvar las brechas nutricionales y a reducir los costes de los sistemas sanitarios europeos.

Graves carencias de vitamina D

La Unión Europea recomienda un aporte extra de complementos alimenticios para suplir la falta de algunos nutrientes como la vitamina D que, actualmente, presenta unos niveles muy por debajo de las VDR tanto en ingesta como en los niveles en sangre. Una revisión a 55.000 adultos y niños europeos demostró que el 40% tenía unos niveles de vitamina D por debajo de los recomendados y, en un 15%, su presencia era deficiente.

La vitamina D es un nutriente fundamental para la salud ósea y la función muscular que puede tener un papel inhibidor en el desarrollo de afecciones autoinmunes como la esclerosis múltiple o la diabetes tipo 1.

La experiencia finlandesa.

En un informe difundido por IADSA, organismo internacional que aglutina a las principales asociaciones mundiales vinculadas con la industria de los complementos alimenticios, se explica cómo las políticas de prevención influyen positivamente sobre el gasto público sanitario y cómo la suplementación con vitamina D ha ayudado a mejorar la salud de Finlandia.

Hace unos años, las autoridades finlandesas detectaron niveles deficientes de vitamina D en gran parte de la población e impulsaron un programa basado en una suplementación de este micronutriente. En el informe se confirma el éxito de la iniciativa, ya que, actualmente, el 90% de la población de Finlandia ya no presenta déficit alguno y se ha reducido significativamente el riesgo de enfermedad asociado a unos niveles bajos. Antes de iniciarse el programa, sólo un tercio de finlandeses tenía un estado adecuado de vitamina D, mientras que el resto mostraba un nivel insuficiente o deficiente.

La comunidad científica finlandesa confirmó que unos niveles óptimos de vitamina D permitían un aumento de la densidad ósea, una mejora en la fuerza muscular, un sistema inmunológico saludable y unos niveles de presión arteriales normales, además de reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular o diabetes.

El programa llevado a cabo por las autoridades finlandesas ha tenido unos resultados tan positivos que otros países están considerando seguir su ejemplo.